Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:

  • Desde hace algunas semanas circulan contenidos que denuncian un supuesto fraude luego de las elecciones generales del 22 de octubre, y que ponen en duda el sistema electoral de cara al balotaje del 19 de noviembre próximo.
  • Que las boletas partidarias estén rotas, no sean oficiales o que falten no son prueba suficiente de fraude. Que un candidato logre 100% o 0% de votos en una mesa tampoco lo es.
  • El conteo que define quién será el próximo presidente de la Nación es el del escrutinio definitivo, que lo realiza la Justicia Electoral, y no el escrutinio provisorio, que se informa el día de los comicios.

Última actualización: 19/11/2023, 17.36 horas.

Luego de las elecciones generales del 22 de octubre, comenzaron a circular videos y fotos que denunciaban un supuesto fraude cometido en los comicios y que ponen en jaque la confianza en el sistema y el derecho al voto libre e informado de la ciudadanía. Contenidos similares circulan de cara al balotaje 2023 en el que se decidirá quién será el próximo presidente: Sergio Massa (Unión por la Patria) o Javier Milei (La Libertad Avanza).

¿Con qué situaciones o argumentos se suele denunciar fraude y por qué no son prueba suficiente para probarlo? Te lo contamos en esta nota.

Boletas rotas, no oficializadas y falta de boletas

Uno de los argumentos más utilizados a la hora de señalar que hubo o habrá fraude es el de la rotura de boletas o que hay boletas “truchas” que buscarían anular los votos. Pero, como ya explicamos en Chequeado, al realizar el conteo de los votos, las boletas rotas dentro de un sobre no son necesariamente anuladas. En el caso de que se haya ingresado al sobre una boleta no oficializada la autoridad de mesa priorizará la voluntad del votante. Es decir, que estas situaciones se presenten no es suficiente para demostrar la existencia de un fraude.

En primer lugar, según explica el manual de autoridad de mesa de las Elecciones 2023, si una boleta tiene tachaduras, agregados, roturas o sustituciones pero el encabezado se encuentra intacto, ese voto será contado como afirmativo en el escrutinio. Aunque tenga una rotura en el número de lista, una boleta es válida siempre que esté visible el nombre del partido y la categoría de candidatos a elegir.

En cambio, si la boleta se encuentra destruida parcialmente y no contiene “de manera completa el nombre de la agrupación política y la categoría de cargos a elegir”, ese voto será contabilizado como nulo. 

Las boletas no oficializadas tampoco prueban fraude. A la hora del escrutinio, si aparece una boleta no oficializada, la autoridad de mesa tiene la competencia de evaluar esos votos, determinando su validez o nulidad según lo que interprete en cada caso. Si algún fiscal disiente con esa calificación, podrá recurrir el voto, y de ese modo será la Junta Electoral Nacional la que resolverá, durante el escrutinio definitivo -que es el que tiene validez legal- si el voto es válido o nulo. Así lo explicó Sebastián Schimmel, secretario de Actuación Electoral de la Cámara Nacional Electoral (CNE).

Además, el funcionario señaló que, a la hora del escrutinio, “cuando la voluntad del elector está expresada de forma inequívoca, se prioriza eso por sobre la nulidad por la nulidad misma”. Es decir, que se prioriza la voluntad del votante.

De todos modos, Schimmel señaló que “históricamente el porcentaje de votos recurridos es muy bajo”.

Además, si el votante cree que dentro del cuarto oscuro hay boletas no oficializadas, puede avisar a la autoridad de mesa. Es importante tener en cuenta que para las elecciones del balotaje 2023 serán también válidas las boletas de las fórmulas competidoras utilizadas en las elecciones generales para la categoría presidente y vicepresidente, es decir, aquellas que figuran con la fecha “22 de octubre de 2023”.

También puede ocurrir que, al llegar al cuarto oscuro, no haya boletas del partido o de la fórmula que se quiere votar. En ese caso, es necesario avisarle a la autoridad de mesa que faltan boletas, aunque sin revelar el voto, ya que podría ser impugnado.

Según explica la CNE, la autoridad de mesa debe verificar que existan en todo momento boletas de las agrupaciones políticas. Los fiscales las repondrán a pedido del presidente de mesa o, en su defecto, el presidente lo hará con las boletas de contingencia entregadas por el servicio de Correo Argentino. En caso de que se agoten las boletas de contingencia, la responsabilidad de reponerlas es de los fiscales partidarios.

Un candidato saca 100% de votos en una mesa

Otro de los argumentos que circulan para “probar” que se cometió fraude es que existen mesas de votación en las que un partido sacó el 100% de los votos. Para respaldar esta versión, suelen circular fotos de telegramas con inconsistencias.

Como explicamos en esta nota, este tipo de errores no indican necesariamente que haya habido fraude en las elecciones generales, y cualquier inconsistencia en los datos cargados en el escrutinio provisorio se puede subsanar en el conteo definitivo, que se realiza con un documento diferente y es el único que tiene validez legal. 

Un candidato saca 0% de votos en una mesa

Al igual que en el caso del 100%, también hay argumentos que sostienen la existencia de fraude debido a mesas de votación en las que algunos candidatos sacaron 0 votos en las elecciones del 22 de octubre. Esto también es algo que puede pasar, y no prueba un fraude.

Reverso -alianza que Chequeado coordina junto con AFP– pudo determinar, en base al análisis de los datos completos del escrutinio provisorio, que en las elecciones del 22 de octubre estas inconsistencias afectaron por igual a los 3 candidatos más votados: Sergio Massa, Javier Milei y Patricia Bullrich.

Además, en aquella elección en 7.061 mesas al menos una fuerza política no obtuvo ningún voto. De ese total, en 1.568 ninguno de los 5 candidatos presidenciales registró votos: se trata de aquellas mesas que no fueron computadas en el escrutinio provisorio (es decir, que en el sistema figuran en 0 porque no se cargaron los datos). 

Por otro lado, la cantidad de mesas sin votos para las 3 principales fuerzas políticas fue homogénea en todas las provincias. 

¿Indra y La Cámpora manejan las elecciones?

El organismo encargado del escrutinio definitivo, que es el que tiene validez legal y que establecerá quién será el próximo presidente de la Argentina, es la Justicia electoral. 

El máximo tribunal de este fuero es la Cámara Nacional Electoral, que integran 3 jueces: Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera, designados por Fernando de la Rúa (UCR) en 2001, y Daniel Bejas, nombrado por Alberto Fernández (FDT).

Los primeros 2 jueces han formado parte de la Cámara en elecciones que han consagrado a presidentes de diversos partidos políticos en los últimos 20 años.

Por otro lado, algunas publicaciones en redes sociales cuestionaron el trabajo de la empresa Indra en las elecciones de España y señalaron que será la encargada de hacer el recuento de votos en las elecciones. Pero Indra no está a cargo del escrutinio definitivo, sino solo del provisorio, que permite informar a la ciudadanía los resultados preliminares y que no tiene valor legal. También han circulado desinformaciones en torno a Indra en España, que fueron desmentidas por el sitio de verificación de datos español Maldita.es.

Cortes de luz mientras se transmiten los resultados

Por último, una narrativa utilizada para decir que hay fraude en las elecciones es la que señala que en los centros de votación o de cómputos “se corta la luz y se pierden los votos”.

¿Cómo se transmiten los votos en el momento del cierre de las elecciones? En la noche de los comicios, el escrutinio provisorio es el que se da a conocer pero, de nuevo, no tiene validez legal. Está a cargo de la Dirección Nacional Electoral, un organismo que depende del Poder Ejecutivo Nacional, y su finalidad es informar los resultados a la ciudadanía el mismo día de la elección. 

Para el escrutinio provisorio, el documento clave es el telegrama, confeccionado por el presidente de mesa y firmado por los fiscales partidarios presentes en cada mesa. El telegrama se entrega al personal del Correo Argentino, que transmite los telegramas desde el centro de votación o los transporta, digitaliza y transmite desde una de las Sucursales Electorales Digitales (SED), en los casos en los que no hay conectividad en los centros de votación. El sistema de transmisión de los telegramas desde las escuelas es operado por la empresa Smartmatic.

Los telegramas son transmitidos a los centro de cómputos, donde se hace la carga y sistematización de los datos de cada mesa. Este año, la empresa encargada del recuento es la española Indra. Esos resultados nunca cubren el total de las mesas porque siempre hay una pequeña proporción de telegramas que no llegan a ser enviados, tienen errores de confección o quedan sin completar.

En el caso de que se corte la luz en los centros de cómputos, existe un protocolo de seguridad, según explicaron desde la Dirección Nacional Electoral (DINE). “En lo que respecta a los 2 centros de digitación de telegramas, Barracas y Monte Grande, hay un protocolo de seguridad con generadores eléctricos y servidores en cada una de esas sedes”, explicaron desde la DINE. Y agregaron: “En cada sede del Correo donde se realiza la digitación, existen servidores y generadores eléctricos para afrontar cualquier eventualidad en el suministro eléctrico”.

Si hubiera un corte de luz en alguno de los centros de votación, responsabilidad que recae en la Justicia electoral, desde la CNE indicaron a Chequeado que el delegado electoral del centro es quien debe debe informar a la Justicia electoral de la situación.

Actualización 19/11/2023: esta nota se actualizó con la última información disponible.


Esta nota es parte de Reverso, el proyecto periodístico colaborativo coordinado por Chequeado y AFP que une a medios y empresas de tecnología para intensificar la lucha contra la desinformación durante la campaña electoral.

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