Si tenés sólo algunos segundos, leé este resumen:

  • El primer paso es la búsqueda inversa para determinar si la imagen fue publicada antes y si ya fue verificada.
  • También se pueden usar otras herramientas para ver si la foto fue manipulada.
  • Para una análisis más profundo, es útil tener en cuenta los detalles de la imagen para poder encontrar su origen.

Todos los días te podés cruzar con imágenes en redes sociales, WhatsApp y en distintos sitios web, y muchas de estas te pueden generar dudas: ¿está trucada? ¿es actual? ¿fue sacada de contexto?. A continuación, compartimos consejos para poder verificar si una foto es verdadera o no.

Búsqueda inversa: el primer paso

El primer paso para chequear una foto es hacer una búsqueda inversa, para saber si fue publicada antes y si ya fue verificada. Desde una computadora se puede hacer con click derecho sobre la imagen y seleccionar la opción “Buscar imagen en Google”. Desde el celular, podés entrar al sitio reverse.photos y subir la foto ahí.

Desde una computadora también se puede descargar la extensión de Chrome InVid, una herramienta web para analizar contenido audiovisual co-desarrollada por AFP. Es útil para la verificación de fotos y videos. Una vez instalada, cuando se hace click derecho sobre las imágenes permite buscarlas con otros buscadores, como Bing, Baidu y Yandex, entre otros.

Es importante prestar atención a los resultados porque hay imágenes falsas que se comparten desde hace años de manera incorrecta. Los sitios conocidos -con buena reputación y fuentes originales-, como las agencias de noticias y sus bancos de imágenes, son buenos indicadores para tener en cuenta a la hora de verificar el origen de las fotografías.

El análisis de las fotos para ver si fueron adulteradas

Existen algunas herramientas gratis y disponibles online para verificar si una imagen fue adulterada. En Fotoforensics y Forensically Beta se puede subir una foto y allí los programas señalan distintas irregularidades, si existen. Para interpretar correctamente los resultados son necesarios algunos conocimientos específicos sobre edición de imágenes, pero ambos sitios también ofrecen guías rápidas generales.

Una investigación más profunda

Cuando se publica una foto y se la atribuye a un lugar específico se pueden usar los objetos que se ven en la imagen para verificar si efectivamente fue tomada allí. Por ejemplo, se pueden usar las imágenes satelitales y de Streetview de Google para contrastar el paisaje y los distintos edificios de una ciudad.

También es útil prestar atención a carteles -que pueden estar escritos en distintos idiomas y/o alfabetos-, patentes de autos y la vestimenta de las personas (por ejemplo: los uniformes de policías), entre otros detalles. Estos son rasgos distintivos que pueden ayudar a identificar en qué lugar fue tomada la foto.

Para confirmar si una foto fue tomada en un momento particular se puede averiguar cómo estuvo el tiempo en determinado lugar y horario, y ver si coincide con lo que se ve en la imagen. Para esto sirve la herramienta gratuita Wolfram Alfa.

Si se tiene acceso a una imagen en su documento original se pueden analizar los datos EXIF, que indican con qué dispositivo se tomó la foto, en qué momento y en qué lugar. Existen herramientas online para ver este tipo de datos (ver acá y acá), pero es importante tener en cuenta que las fotos subidas a redes sociales pierden esta información; y que hay otros recursos que permiten editar esos datos, por lo que estos análisis pueden ser tomados como indicadores pero no prueba final del origen de una foto.

Por último, si encontrás contenido que te genera dudas y querés que sea verificado, podés escribir al número de WhatsApp (+54 9 11 3679-0690) de Chequeado.

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