- En Misiones, Jujuy y Salta, que realizaron comicios en plena pandemia, bajó entre 8 y 19 puntos porcentuales la cantidad de gente que fue a votar, respecto de 2019 y 2017.
- Expertos lo atribuyen a factores como la situación epidemiológica y un descontento social generalizado, aunque coinciden en que la merma no es extrapolable a nivel nacional.
- Además, desde que se realizan las PASO, siempre se produjo un aumento en la participación del electorado en las elecciones generales, que este año serán en noviembre.
En 2021, se realizarán 2 elecciones nacionales y 5 provinciales. Misiones, Jujuy y Salta ya eligieron representantes locales y, en los 3 casos, bajó la participación de votantes con respecto a comicios provinciales anteriores. La caída fue de entre 8 y 19 puntos porcentuales. La incógnita es si esta disminución tendrá su correlato en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que son elecciones nacionales.
El 2 de junio último, en Misiones, la participación fue del 59,53% del padrón, 19 puntos menos que la registrada en los comicios provinciales de 2019 y la obtenida en 2017. Es decir que, en las últimas 2 elecciones, en esa provincia del NEA fueron a votar 8 de cada 10 ciudadanos y en 2021, tan sólo 6.
El 27 de junio último, en las provinciales de Jujuy, la participación electoral fue del 70,68%, lo que significó una caída de 8 y 10 puntos porcentuales, respectivamente, en relación con las elecciones de gobernador y diputados provinciales de 2019 (78,69%) y las legislativas provinciales de 2017 (80,75%), que coincidieron con las nacionales.
En las elecciones provinciales de Salta, realizadas el 15 de agosto último, la participación fue del 60,21%, según consta en la página web del Tribunal Electoral provincial. Significó una caída de 11 y de 14,7 puntos porcentuales, respecto del 71,39% y el 74,92% registrados en las elecciones locales de 2019 y 2017, respectivamente.
Los especialistas consultados por Reverso señalaron al menos 5 factores que pueden haber incidido en esta menor participación y que podrían impactar también en las PASO.
- El hecho de que se trate de elecciones de medio término y no de cargos ejecutivos.
- La situación sanitaria, porque una parte de la población podría encontrarse aislada al momento de votar.
- El temor de las personas mayores a contagiarse al ir a los centros de votación.
- El desinterés por la votación entre la población joven.
- Un descontento social generalizado por la situación económica recesiva.
Causas y consecuencias
Diego Reynoso, investigador independiente del Conicet y profesor de la Universidad de San Andrés (UdeSA), sostuvo en diálogo con este medio que “las elecciones de medio término suelen tener un menor nivel de participación que las elecciones en las que se eligen cargos ejecutivos”.
El especialista analizó que, de todas maneras, “el contexto de pandemia” y su “incidencia económica” provocan “malestar social y bronca con el sistema”, lo que se puede canalizar de 3 maneras: “Una es no yendo a votar; otra es con un aumento del voto en blanco [N. de la R.: en Salta Capital un 12% votó en blanco en la última elección]; y la última, que ese malestar lo puedan capitalizar las nuevas ofertas electorales extremistas”.
Por su parte, el politólogo Gustavo Marangoni, ex presidente del Banco Provincia (BAPRO) entre 2011 y 2015, afirmó a Reverso que “a las elecciones de Misiones y Jujuy habría que ponerlas entre paréntesis, porque se hicieron cuando las cifras epidemiológicas eran preocupantes, pero la de Salta muestra un fenómeno que merece ser atendido”.
En relación con el coronavirus, Reynoso señaló que las imposibilidades sanitarias de ir a votar “irán mermando al avanzar la vacunación” y estimó que en las PASO “serán unas miles de personas” las que no votarán por estar aisladas, “pero no cientos de miles, como para que se observe un impacto porcentual significativo”.
A su vez, Ana María Mustapic, profesora del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, dijo a este medio que “habría que preguntarse cuán competitivas fueron estas elecciones para analizar el nivel de participación”, porque, a su criterio, el elector piensa: “‘Si ya sé quién gana, ¿para qué me voy a arriesgar a contagiarme, yendo a votar, si mi voto no va a hacer tanta diferencia?’”.
Marangoni señaló que es difícil proyectar a qué sector podría beneficiar o perjudicar esta posible baja participación en las PASO. “Es un fenómeno que puede castigar por igual a todos”, aseveró el politólogo.
Mustapic apuntó que en estas 3 provincias “los oficialismos son fuertes” y coincidió con Marangoni y Reynoso en que ese fenómeno “no necesariamente uno lo podría trasladar a nivel nacional”.
¿Una mayor participación en noviembre?
La década de vigencia de las PASO da cuenta de que siempre se produce un aumento en la cantidad de votantes entre las primarias, que se realizan en agosto, y las generales, que se celebran en octubre (a excepción de este año que, por la pandemia de coronavirus, fueron postergadas un mes -al 12 de septiembre y al 14 de noviembre-).
En las generales de 2019 la participación fue del 80,42%, 4 puntos porcentuales más que en las PASO (76,40%). Es decir que en octubre -la contienda en la que Alberto Fernández (Frente de Todos) venció a Mauricio Macri (Juntos por el Cambio)- votaron 1.669.929 personas más.
De acuerdo con datos oficiales, en la Argentina están habilitadas para votar en las PASO 34.330.557 personas. El artículo 37 de la Constitución nacional establece que el voto es “universal, igual, secreto y obligatorio”. A partir de 2012, cuando se sancionó la Ley 26.774, los jóvenes de 16 a 18 años pueden hacerlo de manera optativa.
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